La inteligencia artificial ha dejado de ser una etiqueta de marketing para convertirse en una palanca real de crecimiento, eficiencia y ahorro en las empresas españolas. La automatización de tareas repetitivas, el análisis predictivo para pricing y stock y el uso de asistentes que aceleran la toma de decisiones, especialmente en las compañías pequeñas y medianas, aumenta los niveles de productividad y arroja unos costes operativos más ajustados.
Los datos lo confirman. El reciente informe The State of AI: How organizations are rewiring to capture value, de la consultora McKinsey, revela que el 78% de las organizaciones ya usan IA en al menos una función empresarial y que las empresas que rediseñan flujos de trabajo para integrar IA reportan impactos positivos en productividad y eficiencia. También lo corrobora el II Barómetro Europeo de IA, elaborado por EY, que señala que el 77% de las empresas españolas afirma haber mejorado su productividad gracias a la IA.
Aunque el ahorro sigue siendo uno de los principales incentivos para la adopción de IA en las empresas, se comienza a observar un aumento del interés de los clientes por explorar la capacidad de estas tecnologías para impulsar el crecimiento de los ingresos. Según Javier Tejada, copresidente y responsable de Tecnología de h&k, «en sectores como la nutrición, la logística y el comercio, ya estamos realizando proyectos de IA orientados no solo a la optimización de procesos, sino también a la identificación de nuevas oportunidades de negocio y a la mejora en la captación de clientes. Un ejemplo en el sector logístico es la implementación de sistemas que optimizan las rutas de los comerciales, reduciendo tiempos y priorizando aquellas más eficientes. Esta estrategia no solo mejora la productividad, sino que también permite a las empresas responder con agilidad a la demanda y aumentar su rentabilidad».
«Cuando diseñamos un proyecto con una capa de IA para una empresa SMB, fijamos unos indicadores que nos permitan analizar la rentabilidad de la propuesta —señala Tejada—. Entre ellos están la reducción del tiempo por tarea derivado de la automatización, el incremento de la precisión, el impacto en margen bruto o el tiempo que transcurre desde la puesta en producción hasta que el ahorro cubre la inversión que ha supuesto la implantación».
Una de las claves para aprovechar todo el potencial de la inteligencia artificial reside en adaptar cada solución a las necesidades y procesos específicos de cada organización, que permiten que la IA se convierta en una auténtica herramienta estratégica para alcanzar objetivos de negocio, ya sea en términos de eficiencia o de crecimiento de los ingresos. Así lo subraya Josep Amores, copresidente y responsable de Relaciones Institucionales y Finanzas de h&k: «Es fundamental conocer en profundidad los procesos de cada compañía para identificar en qué áreas la inteligencia artificial puede convertirse en un verdadero aliado. Nuestra obligación como partners es acompañar a las empresas en ese proceso tan necesario, asegurando que la implantación de la IA sea realmente exitosa y aporte valor tangible a su negocio».
Cómo mejorar la rentabilidad de una pyme con IA
El informe Digital España 2023: El impacto de la automatización en las pymes, elaborado por de Sage junto con la consultora Strand Partners, señala que las pymes españolas que adoptan soluciones sencillas de automatización con IA pueden llegar a ahorrar hasta 13.500 euros por año. Extrapolando el dato a todo el ecosistema empresarial español de pequeño y mediano tamaño, se llega a una cifra asombrosa: el ahorro para las empresas, solo en costes operativos, de aplicar la IA rondaría los 4.000 millones de euros al año. «Con ese dato —señala Josep Amores—, la conclusión está clara: la implantación de la IA en los procesos productivos de las empresas no es un gasto, es una inversión que vuelve, multiplicada, a las compañías».
Para que las pymes mejoren su rentabilidad mediante la inteligencia artificial, es fundamental contar con el compromiso de la dirección y el despliegue de pequeños proyectos piloto que demuestren su valor real. La creación de un equipo transversal, la formación de toda la plantilla y el diseño de una hoja de ruta clara sobre lo que se pretende conseguir, también son claves para integrar la IA en el ADN de la empresa. Además, la comunicación interna debe favorecer el cambio cultural necesario para que la IA se convierta en un motor de inteligencia colectiva, y no se quede en casos aislados. Así, la eficiencia y la ventaja competitiva llegarán como consecuencia natural de una integración planificada y orientada al negocio. «Las pymes deben ver la IA como una aliada estratégica: comenzar con objetivos concretos, medir el impacto y aprender en cada iteración — Según Javier Castro, AI Senior Advisor— será lo que les permitirá transformar su negocio de manera sostenible».

