La digitalización se ha extendido en las empresas españolas, pero el salto hacia la inteligencia artificial aún está en proceso. Según el estudio La Inteligencia Artificial en las organizaciones de Pluxee, el 90% de las empresas cuenta ya con procesos digitalizados en mayor o menor medida, pero solo el 40% ha implantado formalmente tecnologías de IA.
Esta brecha pone de manifiesto que las organizaciones se encuentran en una fase de transición hacia la adopción plena de la inteligencia artificial, sin embargo, las principales dificultades para avanzar en su implantación no son tecnológicas, sino culturales y organizativas. La falta de conocimiento interno y la incertidumbre sobre la inversión o la regulación siguen siendo los principales frenos. Aun así, las perspectivas son optimistas puesto que dos tercios de las empresas valoran de forma positiva el impacto de la IA en su día a día y la mayoría (65%) confía en lograr una integración completa en menos de cinco años.
A pesar de este optimismo, el informe pone de manifiesto la importancia de la formación y el desarrollo de talento. Solo una minoría de empleados ha recibido capacitación sobre IA (23%) por parte de su empresa, mientras que el 40% opta por formarse por su cuenta. Esta proactividad individual contrasta con la hoja de ruta de las organizaciones, donde la mitad no contempla ofrecer formación en inteligencia artificial a sus empleados.
El tamaño empresarial y las generaciones de los empleados marcan diferencias significativas
Por tamaño de las compañías, existen patrones claramente diferenciados en la adopción de inteligencia artificial. Las grandes corporaciones, con más de 250 empleados, demuestran una clara inclinación positiva hacia la transformación tecnológica y han comenzado a establecer departamentos especializados y estrategias estructuradas de implementación. En cambio, las empresas más pequeñas se muestran más cautelosas.
El estudio también pone de manifiesto cómo las distintas generaciones abordan la inteligencia artificial con enfoques diferentes. Los jóvenes de entre 18 y 34 años asocian principalmente la IA con la exploración de nuevas áreas de negocio (45,5%), viendo en esta tecnología una oportunidad para innovar y diversificar. En cambio, los profesionales mayores de 55 años enfocan su interés hacia la eficiencia operativa (69,4%), priorizando la optimización de procesos. Esta disparidad generacional también se refleja en la proactividad formativa, donde los perfiles técnicos y más jóvenes lideran la autoformación, mientras que en los equipos senior persiste una mayor resistencia cultural al cambio.
La inteligencia artificial se consolida como una herramienta práctica para automatizar tareas, mejorar la eficiencia y optimizar la toma de decisiones. La IA generativa, en particular, ha ganado protagonismo y su uso se extiende entre la alta dirección, que empieza a liderar proyectos con una visión más estratégica y transversal. Por departamentos, las áreas de IT (57%), atención al cliente (53%) y marketing y ventas (50%) lideran la adopción de IA en las empresas españolas, aprovechando principalmente su potencial para automatizar tareas rutinarias.
“El estudio refleja que las empresas españolas se encuentran en un momento decisivo. Hemos logrado consolidar la digitalización, pero el salto hacia la inteligencia artificial requiere una aproximación diferente que pase por capitalizar la curiosidad y proactividad que ya demuestran nuestros profesionales», explica Miriam Martín, Chief Marketing Officer de Pluxee España. “Además, nos indica que las compañías españolas se encuentran en una fase de madurez intermedia. La curiosidad y la apertura hacia la IA son ya una constante, pero el reto inmediato está en pasar de la exploración a la aplicación práctica, consolidando una transformación sostenible que combine innovación, eficiencia y bienestar laboral”, concluye.

