A medida que el sector sanitario español avanza hacia su modernización de la mano de la inteligencia artificial, el nuevo informe de SOTI, El dilema digital en Salud: la presión para innovar y los riesgos silenciosos, revela que el uso de tecnologías obsoletas y heredadas sigue generando importantes dificultades.

La encuesta realizada a 1.750 profesionales de TI del ámbito sanitario en EE. UU., Canadá, México, Reino Unido, Alemania, Francia, Suecia, Países Bajos, Italia, España y Australia ofrece una radiografía del proceso de adopción tecnológica en la sanidad, el uso de dispositivos en el día a día y los riesgos de seguridad asociados al mantenimiento de tecnologías heredadas.

«Aunque la adopción de la tecnología está avanzando y la IA está aumentando en el sector, nuestro último informe muestra que se están experimentando algunos retos significativos en torno a la seguridad de los datos de los pacientes y la gestión de dispositivos. Los sistemas heredados dificultan la integración tecnológica y crean problemas de cumplimiento», afirma Shash Anand, vicepresidente senior de Estrategia de Productos de SOTI. «Para reducir el riesgo de los pacientes y mejorar los resultados, el sector debe invertir en soluciones sólidas de gestión de movilidad empresarial que ofrezcan una visibilidad completa de los dispositivos, inteligencia operativa y resolución en remoto de los problemas, con el fin de ayudar a cerrar la brecha tecnológica».

Un aumento de la IA en la atención al paciente

El uso de IA en organizaciones sanitarias ha pasado del 61 % en 2024 al 81 % en 2025, lo que refleja un cambio significativo en las prioridades presupuestarias (según el Informe SOTI 2024). La IA ha dejado de ser una herramienta meramente administrativa: los responsables de TI ya la emplean para mejorar la prestación de servicios sanitarios avanzados. Sin embargo, España sigue rezagada a nivel global en ámbitos clave como el diagnóstico médico, los tratamientos personalizados y la actualización de historiales clínicos.

«Invertir en innovación va más allá del simple desarrollo de nuevas tecnologías; hay que empezar por reforzar los sistemas internos para garantizar una mayor productividad y seguridad. Muchas organizaciones sanitarias aún se enfrentan a lagunas en la infraestructura de backend, lo que limita todo el potencial que puedan tener las tecnologías emergentes», asegura David Parras, director regional para el sur de Europa de SOTI.

Los sistemas heredados están limitando el valor de la tecnología y generando preocupaciones de seguridad

A nivel mundial, el 96% de los líderes de TI reconoce haber enfrentado desafíos relacionados con los sistemas heredados, IoT y telesalud. Prácticamente todos los responsables de la toma de decisiones de TI (99%) indicaron que sus organizaciones utilizan algún tipo de dispositivo conectado o solución de telesalud. La telesalud ayuda a apoyar a los pacientes de forma remota, aumentando la accesibilidad, ahorrando tiempo y mejorando la comunicación.

Sin embargo, cerca de dos tercios (65%) de las organizaciones siguen utilizando sistemas obsoletos y no integrados para dispositivos médicos de IoT y telesalud. Esta situación es especialmente pronunciada en Australia (77%), el Reino Unido (73%) y Canadá (71%), aunque también afecta a España, donde el 58% de las organizaciones reconoce esta limitación.  Esta falta de integración compromete la interoperabilidad, dificulta el acceso en tiempo real a los datos de los pacientes desde un único entorno y amplifica las vulnerabilidades en materia de ciberseguridad. A nivel mundial, el 59% de las organizaciones se enfrentan a problemas de inactividad/tecnología, y un 45% señala que los sistemas heredados aumentan la exposición a posibles ataques.

Las soluciones integradas de Gestión de Movilidad Empresarial deben ser el camino a seguir

A nivel global, los responsables de TI siguen dependiendo de tecnologías obsoletas: un 38 % declara no poder desplegar ni gestionar nuevos dispositivos o impresoras; otro 38 % afirma no poder ofrecer soporte remoto ni acceder a información detallada sobre las incidencias; y un 39 % asegura que se invierte demasiado tiempo en resolver problemas técnicos. El estudio también revela que el Reino Unido (47 %), Canadá (46 %) y Australia (43 %) son los países más afectados por dificultades en el despliegue y la gestión de dispositivos, muy por encima de la media mundial (38 %). En este contexto, los sistemas tradicionales de Gestión de Dispositivos Móviles (MDM) resultan insuficientes, mientras que las soluciones avanzadas de Gestión de Movilidad Empresarial (EMM) están teniendo un impacto transformador.

La seguridad de los datos se ha convertido en la principal preocupación para el 30 % de las organizaciones sanitarias, y un 13 % considera que gestionar la seguridad de los dispositivos compartidos es su mayor reto. A nivel mundial, casi la mitad (43 %) de los líderes de TI identifican un problema relacionado con la seguridad como su principal inquietud tecnológica. Esta tendencia está creciendo con fuerza en muchos países, con incrementos significativos en las preocupaciones por la seguridad año tras año.

En España, el 50 % de las organizaciones sitúan actualmente un problema de seguridad como su principal preocupación en materia de TI, ligeramente por encima de la media mundial.

«La gestión de la seguridad de los dispositivos compartidos sigue siendo uno de los principales problemas de TI. Los sistemas básicos MDM ya no satisfacen las exigencias del complejo entorno digital actual», concluye Stephanie Lopinski, vicepresidenta de Marketing Global de SOTI. «Con un número creciente de dispositivos, usuarios y trabajadores de campo, el sector sanitario debe adoptar soluciones EMM que permitan la implementación, seguridad y administración centralizadas. Solo así los líderes de TI podrán garantizar operaciones escalables, seguras y alineadas con los estándares de cumplimiento.»

Las organizaciones sanitarias van en buena dirección. Pero para sacar el máximo partido de la tecnología emergente, necesitan reorientar y reasignar tiempo y recursos para actualizar su infraestructura informática.