Google ha publicado el informe DORA 2025, su estudio anual sobre las últimas tendencias en desarrollo de software. Y el principal titular que ofrece este año es que la IA se ha convertido en una herramienta casi universal para el desarrollo de software, lo que supone un cambio fundamental en el sector.
Entre las principales conclusiones de una encuesta internacional realizada a cerca de 5.000 desarrolladores y profesionales del desarrollo de software, destacan:
- ADOPCIÓN GENERALIZADA DE LA IA: Actualmente, el 90% de los profesionales del desarrollo de software utilizan IA, un 14% más que el año pasado. La mayoría de los encuestados (65%) hacen un uso intensivo de la IA para el desarrollo de software. La mediana del tiempo que los desarrolladores y otros profesionales utilizan la IA en sus flujos de trabajo principales es de 2 horas diarias.
- MEJORA SIGNIFICATIVA DE LA PRODUCTIVIDAD Y LA CALIDAD: Según el informe, más del 80% de los encuestados perciben que el uso de la IA aumenta la productividad. Una mayoría (59%) también señala un impacto positivo en la calidad del código de programación.
- LA PARADOJA DE LA CONFIANZA: A pesar de la adopción generalizada de la IA y de sus beneficios percibidos, el informe revela una «paradoja de confianza». Un 24% de los encuestados confía «mucho» o «muchísimo» en la IA, pero otro 30% confía «poco» o «nada» en ella. Esto sugiere que los usuarios ven la IA como una herramienta valiosa y de apoyo que mejora la eficacia y la productividad, pero no como un sustituto completo del juicio humano.
- IMPACTO EN LAS ORGANIZACIONES: La adopción de la IA se correlaciona con un mayor rendimiento en la entrega de software; es decir, los equipos están lanzando más software y aplicaciones. Sin embargo, el informe también señala que la IA puede actuar como «un espejo y un multiplicador»: impulsa la eficacia de las organizaciones cohesionadas y, al mismo tiempo, pone de relieve los puntos débiles de las que están fragmentadas.
- GUÍA PARA EL ÉXITO: Para abordar los retos anteriores, el informe hace uso del Modelo DORA de capacidades de IA, una guía centrada en siete capacidades esenciales para amplificar el impacto de la IA. Este modelo insiste en que, para capitalizar todo el potencial de la IA, las organizaciones deben hacer evolucionar su cultura, sus procesos y sus sistemas.